Las incrustaciones en las calderas y sistemas de enfriamiento son producidas por depósitos en los tubos de materiales como el calcio, magnesio y sílice. Estos materiales no son aptos para transferir energía por lo que reducen la eficiencia de la caldera.
El problema de la dureza total se conforma por sales disueltas en el agua como calcio, magnesio, hierro y aluminio. Al calentarse el agua dentro de la caldera dichos materiales reaccionan de tal forma que el agua se vuelve menos soluble, lo que causa que el agua contengan más sólidos y pierda su capacidad de transportar la energía.
La corrosión es un proceso químico o electroquímico que causa el desgaste del metal. Esto produce un problema denominado pitting o picadura en el metal o tubo.
Estos factores suceden cuando se transporta agua (líquido) en el vapor. También sucede cuando se da un arrastre ocasionado por la presencia de sólidos disueltos transportados por el vapor.
Por lo general el agua de la caldera tiene que trabajar a PHs altos, sino la causticidad presente en el agua ocasiona grietas en el metal (reventaduras irregulares).